Jugando con los versos 1.

 

«Los dragones se extinguieron con su propio fuego. Prefieron la muerte antes de ser esclavos de los humanos.

Los dioses les abandonaron al descubrir que habían creado a su némesis por culpa de su propia soberbia: les concedieron el interés por conocer.

Tan sólo uno de estos ha decidido vengarse, y ahora, atentos desde las alturas, la humanidad observa el firmamento desde sus balcones.

Aguardando su llegada.

Pues solo la criatura sería libre si vencía a su creador.

¿Pero quién en aquella profecía interpretaba cada papel?»

 

– Twitter de la autora: @RaquelBVidal

Desalado.

Tiempo atrás te cuento,

el relato del dragón,

y su lucha por volar.

 

Dragón burlado,

desde nacimiento,

dragón sin alas,

incapacitado del deseo,

desterrado del vuelo,

marginado de su reino.

 

Tiempo atrás creció,

al olvido de los olivos,

buscando su aseveración,

sin prejuicios.

 

Dragón privado,

sufrido desdén,

dragón marchitado.

Ecos en la guarida,

sollozos ahogados,

culpado por existir,

condenado a vivir.

 

Tiempo atrás escuchó,

una cándida bruja,

dolor de alfa a beta,

bajo la lúgubre montaña oculta.

 

Discípula nigromántica,

paso apresurado,

zapatos ajados,

“sordo amparo escucho,

penas debo oprimir,

del ser bajo la sombra,

oculto en su gélida gruta,

buscando un porvenir.”

 

Tiempo atrás contempló,

el desgaste del mundo,

creado en un dragón,

cansado de llorar.

 

Hechicera piadosa,

trágico mártir,

su suerte cambió al fin,

tras destellos y humareda,

algo inesperado resurgió,

botines alados,

acuerdos a su calzado.

 

Tiempo atrás partieron,

hacia el faro más alto,

en tierras lejanas,

sin aliento ni alimento.

 

Curandera relata,

a lomos del ser,

“tras llegar al destino,

botas debes portar,

creer en vos es la meta,

pues los sueños hoy,

se hacen realidad.”

 

Tiempo atrás llegaron,

a lo alto del faro.

Mente y espíritu,

el mejor hallazgo.

 

Dragón decidido,

asombrado y bendecido.

Pasos firmes hacia el abismo,

botas encantadas,

sujetan sus garras.

Sueña con volar,

y vuela soñando su gracia.

Marea negra.

Instagram de la autora: artwork.acosta

 

El faro rompe los horizontes, consciente de la brecha que abre. Los barcos naufragan, se arrancan las alas. El mensajero duerme entre colchones de plata y ya no sueña con la estrella que le guía. Se ha escapado para alumbrar al dragón, se ha escapado para apagarse una vez más, se ha escapado y en ese faro, que me rompe, que me agita, se enciende la lumbre y los barcos vuelven a volar.

   Jess Domínguez. 

 

 

 

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